REFLEXIONANDO SOBRE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
OPCIÒN 2: Para reflexionar: En su práctica como docente y/o ciudadano, piense en una ventaja que haya observado al desarrollar un proceso apoyado por las tecnologías de la información y la comunicación.
En el año 2011, implementé en un grupo de estudiantes de sexto grado una propuesta pedagógica orientada a fortalecer el proceso de producción escrita a través de los medios y tecnologías de la información y comunicación. Indiscutiblemente, se observó un avance en la escritura de estos estudiantes, que se manifestó en la capacidad para identificar los distintos lenguajes y estructuras de los medios y tecnologías de la información y la comunicación (periódico, televisión, radio, propagandas, internet etc.), a partir de los cuales pudieron elaborar textos escritos coherentes.
Actualmente, los medios y tecnologías de la información y la comunicación inciden en aspectos tales como: el manejo del lenguaje, la asunción de los valores, los modelos de comportamiento. Ante esto más que ubicarse en posturas negativas, se debe asumir una actitud activa de aprovechamiento en el aula; en esta perspectiva, el docente debe prepararse para movilizar conocimientos y promover competencia comunicativa desde la función formativa e informativa que traducen los medios de comunicación. Bajo esta perspectiva, “las TICs son entendidas como herramientas neutrales que posibilitan la gestión y transferencia de conocimiento” (Andrade, 2009, p. 23).
“Más allá del impacto puramente económico, en los países en vía de desarrollo, los medios de información y comunicación cumplen un papel protagónico, dada las infinitas posibilidades de permitir una difusión rápida de la información, de los conocimientos, y sobre todo, de influir sobre los comportamientos y la formación de valores” (Redondo y Torres 2004, p. 46)
Por tal razón, el maestro debe reconocer el saber extraescolar que los estudiantes tienen acerca de los medios de comunicación; de modo que, puede articularlos, ampliarlos y profundizarlos aportando nuevas experiencias e ideas desde la enseñanza de la lengua, puesto que en el ámbito de la lengua y la literatura los lenguajes audiovisuales deben entrar como materiales didácticos y como auxiliares del aprendizaje, con los cuales el niño o la niña puede operar de tal forma que cifre y descifre los códigos que de estos emanan.
Es indiscutible que “el aprendizaje de la escritura puede mejorar notablemente si la escuela les brinda a los alumnos experiencias vinculadas a su mundo real, que tengan sentido social, con posibilidades que aprendan a tomar sus propias decisiones” (Peña, 2009, p.76).
En este sentido, asegura Ochoa (2005, p.18) que:
El uso de los medios en el aula es una estrategia exigente, rigurosa y sistemática; los maestros son los actores principales en este proceso. Cada ejercicio que se haga debe tener un propósito pedagógico claro, estar articulado con lo que pasa en el aula y tener unos efectos en los aprendizajes de los muchachos, para lo cual el maestro hace un seguimiento constante de sus efectos. No se trata de hacer un uso indiscriminado de mensajes y medios, sino de dejar atrás el aislamiento entre la educación y la cotidianidad; los medios son recursos que contribuyen a este objetivo.
Asimismo, Salas y Umaña (2011) presentan que “hay que rescatar el rol del docente, puesto que el uso de los medios está mediatizado (valga la redundancia) por la forma en que éstos son presentados a los estudiantes, por el contexto instruccional y pedagógico que le dan soporte” (p. 20).
De ahí que para lograr la calidad de la educación García Ll. (1999, citado en García, Santizo & Alonso, 2008, pp. 169-170) expresa que “se debe dar una adecuada formación al profesorado para prepararlo en el uso de la tecnología, la investigación en la adaptación económica y social en la era de la información y la globalización en la que nos encontramos a principios del siglo XXI”.
Los docentes, desde su formación inicial, deben ser introducidos en múltiples alternativas de comunicación y en diversos lenguajes. Dado que la formación tradicional los prepara fundamentalmente para enseñar, práctica que privilegia la palabra del maestro, se hace necesario que el nuevo educador se prepare también para escuchar, para ver y para leer en sus estudiantes la riqueza que ellos portan y para permitir que otras voces y otros lenguajes entren en el aula de clases.
De ahí “la relevancia que tiene la capacitación en estas áreas de conocimiento, es decir en el manejo de las tecnologías, así como en el conocimiento y la aplicación de sus lenguajes, a fin de abrir el abanico de posibilidades para todos los sectores de la sociedad” (De la cruz, 2006, p.14).
En las escuelas no se puede generar un antagonismo con los medios y tecnologías de la información y la comunicación, ni satanizar la información que está allí. Educar es una tarea que exige actualizarse continuamente y hacia allá nos lleva el ritmo de esta sociedad mediática: aprender a trabajar pedagógicamente con los medios.
Por más refractaria que quisiera ser la escuela frente a la ciudad y a los medios, éstos están ya incorporados a la vida escolar de la misma manera que están los textos, los libros, los laboratorios, o los juegos, pues “la educación ha estado ligada de manera indefectible a los medios y ellos constituyen una condición de posibilidad de la educación, pero no algo que la determina” (Bustamante, 2004, p. 118).
Desde esta perspectiva es interesante destacar el planteamiento de Cela, Fuertes Alonso y Sánchez (2010) que conciben que “la educación constituye un aspecto fundamental que permite el desarrollo intelectual del ser humano, y por otra la tecnología se ha desarrollado vertiginosamente en la última década logrando un gran impacto en las actividades de la sociedad actual” (pp. 117-118).
Por ende, el propósito no es el de recurrir a innovaciones para que los medios entren a la escuela, sino de pensar las alternativas de relación entre dos entidades sociales que históricamente han estado vinculadas por la naturaleza intersubjetiva de la comunicación y de la educación.
Abrir la comunicación en las escuelas y promover la integración de los medios y tecnologías de la información y la comunicación a las prácticas escolares hace posible alcanzar tres propósitos específicos: aprender a leerlos críticamente, a comunicarse a través de ellos y a usarlos pedagógicamente haciendo que a la escuela entren las vidas de sus actores y que ellos puedan expresarse libremente, urdiendo relaciones de interlocución y cooperación para que la ciudad entre a la escuela y para insertar la institución escolar en la vida de la ciudad.(Rodríguez,2004, pp.48-49)
El tratamiento de los medios y tecnologías de la información y la comunicación en las aulas debe ser ante todo creativo y crítico, considerar la televisión, la radio, el periódico, entre otros, como ayudas es importante dado la cercanía de éstos en la experiencia cotidiana extraescolar de los educandos.
LUZ HELENA ARIZA CARRILLO
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Alonso, C., García, J. & Santizo, J. (2008). Identificación del uso de la tecnología computacional de profesores y alumnos de acuerdo a sus estilos de aprendizaje. Revista Estilos de Aprendizaje, 1, 168-185.
- Andrade, J. (2009). Educación y tecnologías de la información: Herramientas contra la pobreza en Venezuela. Revista Educere Artículos Arbitrados, 44, 21-28.
- Bustamante, G. (2004). “La educación: ¿un asunto de medios?” Revista Colombiana de Educación. 46, 117-134.
- De la Cruz, S. (2006). Alfabeto digital: dilema del nuevo siglo. Revista electrónica Actualidades Investigativas en Educación, 6, 1-17.
- Ochoa, M. (2005, febrero-marzo). USO PEDAGÓGICO DE TECNOLOGÍAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN Exigencia constante para docentes y estudiantes. Altablero, 33.
- Peña, J. (2009). Sentido del aprendizaje de la lengua escrita para la sociedad de la información y el conocimiento. Revista Educere Artículos Arbitrados, 44, 75-82.
- Redondo, A. & Torres, G. (2004). Tecnologías de información y comunicación, conectividad y herramientas de trabajo colaborativo. Barranquilla: Abriendo nuestra escuela a las TICS Universidad del Atlántico.
- Rodríguez, J. (2004). Comunicación y escuela: orientaciones para la incorporación, usos y apropiación de los medios de comunicación en las instituciones educativas de Bogotá. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
- Salas I., & Umaña A. (2011). Análisis del debate sobre el efecto de los medios tecnológicos en los procesos de aprendizaje. Revista electrónica Actualidades Investigativas en Educación, 11,1-22.